Aplicaciones del gas natural vehicular que debes conocer

El Gas Natural Vehicular (GNV) se está convirtiendo en una alternativa muy interesante para muchos proyectos, especialmente grandes vehículos de pasajeros. Aun así, también está presente en vehículos ligeros según las diferentes formas de servir este combustible.

Las aplicaciones del Gas Natural Vehicular tienen un gran potencial para destacar en el futuro más cercano. En Gas&Go te asesoraremos siempre que lo necesites, guiándote en cada paso. Vamos a mostrarte cómo funciona el GNV y por qué deberías utilizarlo. ¡Sigue leyendo!

Qué debes conocer del Gas Natural Vehicular

Como decimos, el Gas Natural Vehicular es el combustible del presente y del futuro. Está cambiando por completo la industria del transporte, sobre todo por la gran versatilidad que tiene. Por ejemplo, se surte a los vehículos a través de dos estaciones diferenciadas: las plantas de Gas Natural Comprimido (GNC) y las de Gas Natural Licuado (GNL).

El GNC se utiliza habitualmente para vehículos ligeros, transporte privado o carretillas y toros mecánicos. Es perfecto para los recorridos cortos y profesionales de uso intensivo, como pueden ser los taxis. Este sector puede encontrarse con una reducción muy importante en el gasto mensual de combustible.

En el caso del Gas Natural Licuado, se utiliza para grandes vehículos de transportes pesados. Hablamos de autobuses, camiones o todo tipo de soluciones logísticas. El hecho de ser un carburante limpio, silencioso y barato lo convierte en el mejor aliado para cualquier flota de largo recorrido.

Precisamente por tratarse de un combustible limpio y práctico, alejado por completo de los derivados del petróleo, se hace indispensable para proteger el futuro. A día de hoy ya son cientos de empresas públicas y privadas las que optan por el Gas Natural Vehicular. Y cada vez es más común ver a particulares interesados en este sistema.

Gas&Go ofrece un servicio de calidad, muy simple de aplicar y con una gran efectividad para los años venideros. Este cambio permite generar grandes ahorros a las empresas que tengan un gasto importante en el trasporte de mercancías o que el transporte sea parte de su actividad comercial principal.

Todo comienza con una consultoría inicial, donde se analizará la flota, los objetivos a conseguir y el presupuesto planteado para el Gas Natural Vehicular. Después, la ingeniería, construcción y transformación serán los primeros pilares sobre los que trabajar. Por último, el mantenimiento y el soporte de post venta te darán todo lo que necesites en el futuro.

El desarrollo de los servicios asociados y los instrumentos administrativos y legales son las palancas para el desarrollo del servicio. Solo así se puede crear un proyecto que mantenga los estándares de calidad en lo más alto, después de más de veinte años de experiencia.

¿Por qué convertir tu flota a Gas Natural Vehicular?

Como hemos apuntado antes, ya son muchas las empresas que mueven a sus vehículos gracias al Gas Natural Vehicular. Se trata de una alternativa rentable y más cuidadosa con el medio ambiente que el diésel o la gasolina. Por lo tanto, se ha convertido en uno de los proyectos con más futuro para cualquier compañía con transporte en sus servicios.

Por un lado, nos encontramos con la evidente reducción de emisiones a la atmósfera. Se eliminan hasta el 100% de las emisiones de NO2, lo que implica una importante mejoría en la calidad del aire. También vemos una reducción importante de dióxido de carbono emitido a la atmósfera.

También podemos destacar la gran versatilidad que tienen los vehículos propulsados por Gas Natural Vehicular. Estos coches, furgonetas o camiones pueden alternar entre el GNV y el diésel o la gasolina en cualquier momento. Así se consigue un ahorro muy importante respecto a otros modelos de combustión.

De hecho, este ahorro se encuentra en torno al 30% respecto al uso de combustibles habituales, según los estudios realizados. Pero el ahorro no se produce únicamente en el repostaje, ya que el Gas Natural Vehicular mantiene por más tiempo el motor de los vehículos. Son necesarias menos revoluciones por minuto y existen menos residuos expulsados, por lo que hay un menor deterioro.

Por último, no debemos dejar de destacar que este es un combustible mucho más seguro que los derivados del petróleo. Las posibilidades de que se genere un accidente producido por el Gas Natural Vehicular son casi inexistentes.

 

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